lunes, 25 de agosto de 2014


Crónica de una expulsión
(Escrito en marzo del 2014)
Primera copa, primer cigarro:
Con un vaso de vino, un cigarro y un lápiz te enfrentare, te expulsare, escupiré donde yazca tu cadáver y seguiré mi camino, mente maldita no recuerdo donde dejo la plata, ni la ropa ni nada pero me recuerda constantemente a ti, es como un balde con hielo que cae sobre mi cabeza, me apuñala en la boca del estómago y baja lentamente, si antes sentía mariposas ahora siento moscas en el estómago, si antes me sentía feliz pensando en ti, ahora siento rabia y frustración con mi persona, pase de entender todo a no entender nada, pase de sentir que hacia lo correcto a ser un estúpido que siempre supo lo que se le avecinaba pero por miedo no escapo antes de caer al barranco.
Ahora paso mis días sintiendo que el tiempo se estancó, que los días no pasan, ahogado en un lugar donde no hay agua, asfixiado de mí, asfixiado de ti, siento que el corazón exploto en mil pedazos y ahora flota en lodo y barro, se hunde trozo por trozo, pareciera que el dolor es un tonel sin fondo, ¿cuán mal te haz de sentir antes de decir esta mierda sí que no la necesito?
¿Cuántas noches más deben pasar luchando de pensar weas?
¿Cuál es el límite de la imaginación?
Lo peor de todo es que cuando comienzas a sentir que ya paso, pasa una miserable wea y volvemos al punto de partida, el eterno retorno de lo mismo, puto día de la marmota en el cual se transformó mi vida, al escribir la última palabra podre vomitar angustia y comerme la ansiedad.
Segunda copa, segundo cigarro
El alcohol te hace más honesto se supone, así que debo confesar algo, no bebo en copa sino en un vaso de aluminio pero suena más clever, poeta y depresivo una copa.
Debo pedirle perdón al lápiz ya que solo me acuerdo de el en estados deplorables de la conciencia como este, cuando estoy feliz siento que no necesito el lápiz, siento cero iluminación artística, cuando me siento basura envuelta sellada lista para el camión de la basura, agarro un lápiz, el lápiz en ese sentido es como el amigo que lo recuerdas cuando te sientes como el hoyo y necesitas desahogarte, y que está ahí listo para recibir el embate de emociones y desamores que quieras contarle, que no te cobrara por usarlo, que aguantara hasta que no le quede tinta, pero habrá  otro amigo lapicero que lo reemplace, el lápiz mi psicólogo personal, el único que me entiende, que me deja vomitar sin hacerme sentir que doy la lata, amigo derivado del petróleo, amigo de restos fósiles manufacturado por miles, alquimia querido amigo, su único cobro es mancharme los dedos con pasta toxica que hay que alejar de menores de edad lo suficientemente “inocentes” para pensar que es comida, mmm parece que la sangre de cristo y el humo del diablo ya corren por mis venas.
Comienzo hablando de una copa de aluminio y termino hablando de un lápiz pasta, tay súper bien felipe.
Tercera copa, tercer cigarro (happy pero no happy)
Se supone que estando happy o adportas de la ebriedad debería estar lleno de pensamientos, lo cierto es que pienso en una sola wea, imbécil, eso es un pensamiento repetitivo, inalterable en el alcohol, ni los cigarros, bebo tinto y continuo en el dolor, ¿Cuántos días llevamos juntos ya?, uff difícil cachar, finalmente naciste conmigo, te cultive y las veces que me he querido separar de ti me haz demostrado una lealtad increíble, pero no somos amigos, ¿Por qué no te vas de mis hombros un rato para sentirme más liviano? El problema es que yo no te busque, tú me encontraste, me oxidas, me fríes, me pudres, yo no soy tu amigo, ándate, ¿de qué mierda me sirves?, tu compañía no necesito, necesito que agarres tus weas y te vayas, me has hecho más loco de lo que ya estaba al momento de nacer, me ahogas, me disecas, me vomitas y me vuelves a tragar, ¿Cuántas veces me odiaras? ¿Qué tiene que pasar para que te aburras de mí?, creo que nunca, dolor incoloro, inoloro, pero sé que estás ahí, puedo sentir el morbo que te da al verme destruido, ¿Cuántas batallas me has ganado? Todas, sigo como un capullo derrotado, nunca me he parado, doy brincos de rodillas, me rio con pena, vomito mi desidia, arranco pero al parar estoy en el mismo lugar, lloro pero no sirve de nada, supongo que esto es ser humano.
Cuarta copa, cuarto cigarro (ebrio delirante)
En el abismo del cual todos somos parte, me encuentro riéndome del mismo, pensando pfff el abismo es pa los giles, me puedo parar, mirar y sigo parado sin miedo, sin nada la verdad, con un cigarro es una mano, mi copa de aluminio en otro y con mi cerebro imperfectamente nivelado, abismo que me desea pero no me tiene, ¿Qué chucha tú, eres un abismo? Una esquirla de la máquina, un moho en un bote elegante, una arcada en la boca de un estúpido, un sentir en un corazón de piedra, siente, quiero que tu existas, quiero que mi existencia no le importe a nadie, quiero morir y que a nadie le importe, quiero parar de todo, vómitos, delirios, pena, duelo y melancolía, odio, quiero que todo se acabe, ¿Cuántos fichas me quedan para que acabe este estúpido juego?
Quinta copa, quinto cigarro (sin comentarios)

Los quiero amigos pero debo morir, así que no junten pena, pienso asfixiado, toy curao, quiero vivir, mañana vomitare, no más copete toy seco, no más dolores tóxicos que vomitar, me voy a dormir para creer que morí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario